¿Tienes un par de zapatillas urbanas o deportivas de color que son tus favoritas pero parece que se están ensuciando demasiado? ¿Están empezando a perder su vitalidad y no sabes cómo solucionarlo? No temas, ¡estamos aquí para ayudarte!

Para tener una mejor idea de cómo limpiar tus zapatillas de color y mantenerlas en perfecto estado, te enseñaremos cómo limpiar este calzado desde los pasadores hasta la suela. Se trata de un proceso sencillo que solo te llevará unos minutos y que puede devolver a tu calzado su brillo inicial. ¡Comencemos!

¿Cómo mantener blancos los cordones de tus zapatillas?

Quita los cordones antes de limpiarlos. Mételos en un recipiente con agua tibia o caliente y un poco de detergente mientras limpias la zapatilla, lo que te llevará entre 20 y 30 minutos. Sácalos, frótalos con las manos y pásalos con un paño de microfibra.

Si hay cordones con manchas más difíciles de eliminar, entonces coloca un poco de detergente en el paño de microfibra y luego usa una escobilla. De esta forma, los cordones blancos de tus zapatillas quedarán como nuevos.

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¿Cómo quitar el olor de una plantilla?

Una limpieza debería eliminar parte de ese olor. Los desodorantes tienen propiedades antibacterianas, y también puedes usar una plantilla con iones de plata. El interior de un zapato puede ser más difícil de alcanzar.

Entonces, trata de alcanzar todo lo que puedas con el agua caliente y la solución. Las escobillas pueden ser demasiado grandes, así que puedes utilizar un paño o un cepillo de dientes en su lugar.

¿Cómo limpiar tus zapatillas de color con bicarbonato de sodio?

Ahora que ya sabes cómo limpiar los pasadores y las plantillas, es momento de comenzar con las zapatillas. Aquí tienes una guía paso a paso sobre cómo usar bicarbonato de sodio para limpiar tus zapatillas de color:

1. Pretrata tus zapatillas

Para pretratar tus zapatillas, puedes sumergirlas en una solución de bicarbonato sódico y agua. Solo tienes que mezclar ½ taza de bicarbonato de sodio con agua tibia suficiente para cubrir los zapatos. Déjalos en remojo unos 30 minutos antes de pasar al siguiente paso. Esto ayudará a aflojar cualquier suciedad que haya en los zapatos.

Esto también ayudará a reducir los olores. Si tus zapatillas solo están ligeramente sucias, puedes saltarte este paso. Del mismo modo, humedece de forma ligera las zapatillas con un pulverizador.

2. Reúna los materiales 

Es importante reunir todos los materiales antes de empezar para que el proceso sea lo más fluido posible. Entonces, ¿qué se necesita para limpiar un par de zapatillas? A continuación, te mostramos una lista con todo lo que usarás:

• Un recipiente
• Bicarbonato de sodio
• Jabón
• Un cepillo de dientes viejo (u otro cepillo pequeño)
• Una esponja
• Un paño de limpieza

Cuando tengas todos los materiales, busca una zona de tu casa que te resulte cómoda para empezar a lavar tus zapatillas. Por ejemplo, puedes realizar esta limpieza sobre el lavado, por si se derrama algo.

3. Mezcla la pasta de bicarbonato y jabón

A continuación, mezcla una parte de bicarbonato de sodio y una parte de jabón en un recipiente. Debería crearse una pasta lo suficientemente gruesa como para fregar el zapato. Asegúrate de que la pasta no esté demasiado líquida ni demasiado espesa, ya que si está demasiado líquida, no será eficaz y si está demasiado espesa, será difícil de aplicar.

Cuando hayas mezclado la pasta, resérvala. Luego, vierte una pequeña cantidad de detergente para vajilla en un recipiente solo. Dado que el bicarbonato de sodio puede aclarar y dañar las secciones negras o grises oscuras de tus zapatos, no querrás usar la pasta en estas áreas.

El detergente para platos será suficiente para limpiar estas secciones sin dañarlas, por lo que puedes emplearlo sin problemas. Ahora que ya tienes tus dos soluciones de limpieza, ¡estás listo para empezar a fregar!

4. Frota el interior de las zapatillas

Empieza por mojar tu cepillo de dientes viejo en la pasta de bicarbonato y frota ligeramente el interior de los zapatos. Puedes centrarte primero en las zonas que parecen más sucias. El cepillo de dientes funciona muy bien porque es capaz de llegar a zonas pequeñas sin ser demasiado abrasivo a la vez que eficaz.

Es mejor limpiar primero el interior con la solución limpiadora porque el bicarbonato de sodio puede eliminar los olores causados por los calcetines o los pies descalzos. Esto significa que debes dejarlo actuar durante más tiempo para obtener los máximos beneficios.

5. Frota el exterior de las zapatillas 

A continuación, utiliza la esponja para aplicar la solución jabonosa en la parte exterior de los zapatos. También puedes utilizar el cepillo de dientes para frotar las zonas que lo necesiten.

Asegúrate de centrarte en las suelas y las costuras del calzado, ya que estas suelen ser las zonas más sucias.

Si la zapatilla tiene mucha suciedad negra o gris oscura, puedes mojar la esponja en jabón de fregar puro y utilizarla para lavar estas zonas. No tienes que preocuparte de usar la pasta de bicarbonato de sodio en estas partes del zapato.

6. Limpia con un paño suave

Una vez que hayas fregado los zapatos, es hora de sacarle brillo con un paño limpio. Esto ayudará a eliminar cualquier residuo de jabón y les dará un brillo agradable. Ni siquiera es necesario que los aclares, lo que ayuda a dejar algo de la mezcla de bicarbonato de sodio en los zapatos para protegerlos aún más.

Puedes utilizar un paño suave o incluso una camiseta vieja para este paso. Asegúrate de que esté limpio y sin pelusas. Recuerda emplear movimientos circulares firmes para pulir las zapatillas hasta que queden limpios y brillantes.

7. Repite el proceso

Si notas que todavía hay suciedad o manchas después de seguir los pasos anteriores, puedes repetir el proceso. Lava primero la esponja y el cepillo de dientes para asegurarte de que no estás transfiriendo suciedad a tu calzado. A continuación, vuelve a seguir los pasos para lavar tus zapatillas.

8. Deja que se sequen al aire

Una vez limpias las zapatillas, es importante dejarlas secar al aire. No los metas en la secadora, ya que podrías dañar el material. Puedes ponerlos un rato al sol o dejarlos toda la noche sobre una toalla. Poner un ventilador puede ayudar a acelerar el proceso de secado y reducir cualquier olor a moho si estás en una zona húmeda. Una vez secos, puedes guardarlos y volver a disfrutar de ellos.

¡Ahora ya sabes cómo se lavan las zapatillas de color! Como ves, el bicarbonato de sodio es una gran solución de limpieza suave que se puede utilizar en todo tipo de zapatos, incluidos los que son de color. ¡Esperamos que esta información te haya sido de ayuda!

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